La ecuación parece sencilla, matemáticas puras: ofrecer tanto o más que el resto por menos, por bastante menos. Sin embargo, en un mercado tan convulso como el europeo, y en una categoría tan exquisita como la del gran SUV premium, entran en juego muchas más variables que hacen que no sea nada fácil resolverla luego con éxito. No lo fue con el ix55 desde luego en el pasado, pero Hyundai, en un alarde de valentía, no se resigna a dejar de intentarlo.
Echa para empezar un vistazo sólo a la oferta. Donde compite hoy este nuevo Hyundai Grand Santa Fe ya próximo a los 5 metros de carrocería encontrarás a BMW X5, Audi Q7, Volvo XC90, Porsche Cayenne… pesos pesados con demasiada artillería. No leerás aquí, porque es evidente que no, que llega a su refinamiento y calidad final de realización, pero partamos mejor por la base y empecemos a valorarlo en su justa medida. Siempre, al menos, 15.000 euros más barato que ellos, si quieres a mejor precio algo tan grande, con sus 7 plazas y tracción integral de serie, la búsqueda sólo te devolverá entonces tres resultados: un rudo y campero Mitsubishi Montero, el siempre diferente SsangYong Rodius y un correcto, pero más modesto, Fiat Freemont que heredó la base del Dodge Journey. Pero este Hyundai, también, es ahora otra cosa.
Bienvenido, Mr. Hyundai
Desarrollado esta vez sobre la base de la nueva tercera generación de su popular Santa Fe, su nuevo buque insignia para Europa (en EE.UU. existe un Equus de más de 5 metros rival del Audi A8) no esconde tampoco su origen americano. No lo hace ni en su estética, con un frontal más imponente, ni dinámicamente, con un cambio automático de 6 marchas muy suave pero muy burgués en su respuesta (inserta siempre marchas muy largas, incluso al levantar pie del acelerador), una dirección demasiado asistida y poco informativa incluso con un nuevo sistema Flex-Steer que permite ajustarla en modos Confort, Normal y Sport, y unos tarados blandos de una suspensión que, eso sí, autonivelante de serie, nunca pierde su altura y compostura ni a plena carga.
Muy cómodo así este Hyundai Grand Santa Fe en la rodadura aún sin el nivel de filtración final del bache de un de Audi Q7 o un Mercedes ML, esta vez parece que hay también nuevos esfuerzos de adaptación. Anunciando mejoras en equipamiento, alumbrado y comportamiento, de lo primero que prescinde aquí el nuevo Grand Santa Fe es de los 200 kg de sobrepeso que tenía el ix55, así como de su anterior gran motor 3.0 V6 CRDi de 240 CV… y del 3.3 V6 Diesel de su actual variante americana. Aunque perder semejante mecánica, y la regulación automática de volante que también antes tenía, pueda parecer un paso atrás en su escalada premium, no hay duda de que convence.
Si Mercedes ML o BMW X5 ya ofrecen, por primera vez, motores de 4 cilindros (BMW incluso en versión 4x2), ¿por qué no Hyundai? En su lugar emerge hoy su conocido 2.2 CRDi de 197 CV, más que suficiente aún sin el doble turbo que montan sus exclusivos rivales alemanes. Sin tirones, casi sin vibraciones y con una muy buena respuesta ya bajo 1.500 rpm mueve con soltura al Grand Santa Fe… incluso con más brío que el anterior V6 y gastando hasta 1,5 l/100 km menos de combustible. No es que sus casi 8,5 l/100 km que consume de media sean bajos, y más por comparación con un BMW X5 25d Xdrive que bate hoy récord con apenas 6,7, pero sí son más razonables, teniendo en cuenta que rodarás por carretera en el entorno de los 7 l/100 km.
Como también es más que honorable hoy en el Hyundai Grand Santa Fe un aislamiento en sonoridad, aquí sí, comparable incluso al de sus más lujosos rivales. En general, te moverás en este Hyundai con muy buen confort de marcha e, incluso, con más agilidad de la que puedes esperar de sus más de 2 toneladas de peso, gracias a una buena estabilización en el apoyo y a una sorprendente capacidad de frenada.
Si en su respuesta pues aguanta bien el tipo, donde este Hyundai Grand Santa Fe confía en sacar partido es realmente en su ambiente interior. Bien rematado, verás aquí más plástico duro del que, no sólo sus rivales, sino también el anterior ix55 nos tenía acostumbrados, pero por diseño y, sobre todo, espacio, cumple más que con creces. Con 10 centímetros más de batalla que el actual Santa Fe de origen, no encontrarás más funcionalidad en ningún rival.
El nuevo Hyundai Grand Santa Fe ofrece así mucho hueco de almacenamiento, un piso totalmente plano, gran espacio para piernas, la anchura de un Mercedes ML, banqueta de la 2ª fila corredera… y una 3ª fila con dos asientos de verdad a diferencia del actual Santa Fe y que ya los quisiera, por ejemplo, un Audi Q7: tiene hasta 10 cm más de anchura y piernas, y 3 de altura. Si quieres más… vete a un SsangYong Rodius. Es un siete plazas real donde, eso sí, se echa en falta una 2ª fila que bascule (sólo se abate y desplaza) para dejar un mejor acceso. El maletero, enorme con 5 plazas (de 610 a 740 litros), pasa incluso a ser aceptable con 7: 185 litros que te darán para hasta tres maletas de cabina de avión.
Corona todo ello con el gran equipamiento de serie de su acabado básico Tecno (9 airbags, alerta de cambio de carril, faros de Xenón, control de crucero, cámara trasera, navegador, llave inteligente, tapicería de cuero, asientos calefactables, control de descenso… ) y cerrarás un Hyundai Grand Santa Fe de lo más honesto, aunque, si puedes, si te diría que subieras al acabado superior Style para contar con portón eléctrico –es muy pesado- y regulación y salida de aire en 3ª fila. Así que ahora a Hyundai sólo le queda ya convencer de que merece la pena pagar los 3.500 € que cuesta sobre un Santa Fe con misma configuración… y de que en el segmento del SUV de lujo no sólo pesa el logo. Bueno, de eso y de que algún gran SUV generalista puede ser capaz de competir algún día lejos de su gran mercado, el norteamericano: Ni el anterior ix55, ni los Mazda CX-9, Subaru Tribeca o Nissan Murano pudieron. Suerte.