Fiat tenía la difícil misión de convertir la base de un Jeep Renegade en un coqueto y pequeño SUV con aroma a 500. Y, sin duda, lo ha conseguido. Prácticamente tres coches en uno, Fiat marca ahora su X en un nuevo modelo con una respuesta muy completa en todo uso, aunque también con una ambiciosa configuración de gama que, en concreto en su versión 4x4, quizá le quede también demasiado grande para el mercado actual.
Y es que para hacerte con un Fiat 500X 4x4 sólo dispondrás de un motor turbodiésel de 2,0 litros y 140 CV; sólo de un apellido Cross muy campero, que ofrece paragolpes específicos, protecciones, barras de techo y 2 centímetros de altura al suelo extra; y sólo, también, de un exclusivo cambio automático de 9 marchas, firmado por ZF y que, hoy, sólo verás además en Honda y Land Rover. Puede así que, si analizas la categoría, todo este despliegue te desconcierte para un pequeño SUV urbano. Pero, tranquilo, también habrá un Fiat 500X de masas, el que asaltará ya el mercado con versiones 4x2, motores 1.3, 1.4 y 1.6, acabados más urbanos y precios de partida inferiores a 17.000 €.
Esta configuración de Fiat 500X con tracción total que ahora probamos le deja, por tanto, prácticamente solo en el segmento, pero es también la fórmula que nos permite explorar hasta dónde llega con un rendimiento general difícil de ver hoy en su clase. Queda claro que, para empezar, Fiat decide regresar al segmento de moda con un golpe de autoridad. Porque si en 2005 abría la categoría con un entonces más modesto Fiat Sedici co-producido con Suzuki (y gemelo del SX4), hoy la apuesta es más ambiciosa. Al apoyo de una especialista Jeep enmarcada ya en el grupo italiano, Fiat busca hoy seguir sumando a la vez el tirón que tiene su sello 500, casi convertido hoy más en una marca que en un modelo. ¿No te suena a Mini?
¿Es un Jeep Renegade?
Apuntando así a la cúspide del segmento, este Fiat 500X se estructura ahora desde la arquitectura “Small Wide” empleada por Fiat en sus Grande Punto y 500L, pero evolucionada a través del mencionado un nuevo desarrollo conjunto con Jeep y su Renegade. Nada que ver… ni con unos, ni con otro, pero muy sorprendente es bajarse este último y subirse al nuevo Fiat. Sí, comparten mucho diseño interior y pulsadores, pero donde en el Jeep sientes un SUV de enfoque más `todo terreno’, con mayor pesadez de carrocería, y más flexibilidad de suspensión y lentitud de respuesta, en el Fiat 500X percibes de inicio un SUV puro de carretera, más ligero y rápido de movimientos, con un tacto muy firme y mayor contención de chasis. Sin duda, gran trabajo de grupo en la diferenciación.
Primer Fiat 500X: un deportivo
Tenemos ya, por tanto, un primer coche que empieza a dejarnos ver este Fiat 500X: casi un deportivo. Va duro, y no sólo de muelle y amortiguador (por cierto, un 50 por ciento más rígido de suspensión en sus versiones 4x4 a consecuencia también de su mayor peso), sino también de motor y hasta de asiento. Casi parece apuntar aquí a un siempre agresivo Nissan Juke con el que tendrá un atractivo duelo. Muy asentado en vías rápidas, algo rebotón ante irregularidades del firme, pero con una sequedad asumible (¡hay esos enormes neumáticos de bajo perfil y llanta de 18 pulgadas que agarran, eso sí, como lapas!), es también ágil en giros y magnífico en la frenada, con un tren delantero que se clava a la perfección… y eso que, con casi 1.600 kg, no es este Fiat 500X precisamente un peso pluma, y que tampoco su avanzadísimo cambio automático pasa por ser el más deportivo del mercado.
No te negaré que el funcionamiento de su nuevo cambio automático de 9 marchas es en general más que correcto, pero tampoco que, aunque suministrado por ZF, el grupo Fiat aún no da en el clavo en su gestión y control, anunciando ya incluso importantes nuevos reajustes de software. Tanto en frío, como ante máximas exigencias, es algo lento en los cambios, mostrando también un resbalamiento traducido en ligeros cabeceos de carrocería jamás apreciables, por ejemplo, en un Land Rover Discovery Sport que también lo monta. Eso sí, manteniendo siempre al motor más allá de 1.500 rpm, desde donde este 2.0 Multijet de 140 CV abandona sus notables vibraciones para lucir ya potencia, consigue mover con solvencia a un Fiat 500X que según subes el ritmo sorprende por la viveza de reacciones que otorga, como también sucede en el Nissan Juke, un conjunto compuesto por una batalla corta, una carrocería alta, mucho neumático y una suspensión firme.
Tan vivo me resulta, que termino por olvidarme del modo `Sport’ que ofrece su mando `Mood Selector’ de la consola, algo así como el DNA de Alfa Romeo. Cierto que en ese momento reparte con más rapidez par a un tren trasero que a partir de ahí contiene como puede sus movimientos (por cierto, como curiosidad técnica, formado por un simple y efectivo eje McPherson a lo coche WRC) y que obsequia con medidor de fuerzas `G’ y de presión del turbo. Pero también es verdad que tensa demasiado sus reacciones, dosificándose mucho peor su respuesta motor/cambio. Carácter ya más nervioso de la cuenta para un Fiat 500X que tampoco creo que lo pida por concepto.
Segundo Fiat 500X: un todo terreno
Ya hemos visto que puede ser, por tanto, un SUV deportivo, quizá hasta algo forzado, así que toca meternos en pista y girar el selector al modo esta vez `Traction’, exclusivo de las variantes Cross en lugar del `All Weather’ que ofrecen las variantes 4x2. Es ahí donde emerge el segundo coche en que se transforma este Fiat 500X: un todo camino real.
El embrague multidisco se vuelve ahí más activo para asegurar una eficaz tracción total y, a pesar de esa firmeza de suspensión, sorprende luego por una respuesta en tierra por encima de la media, cimentada en una amortiguación que, aunque aún algo seca y sin demasiado recorrido (medimos 2,5 centímetros menos que en un Jeep Renegade), trabaja bien, acompañada además por la sensación de gran solidez y robustez que transmite este Fiat 500X. Y, cómo no, también por una altura libre de 18 cm y unos ángulos de ataque y salida (22 y 33º aquí) superiores a sus rivales. Obviamente, no cuenta con los bloqueos, el control de descenso o los 21 cm de altura de las versiones Trailhawk del mismo Jeep Renegade (otro buen trabajo de diferenciación), pero sus aptitudes van más allá del uso racional que puedas darle en campo pues, como casi siempre, el límite lo ponen en la práctica sus neumáticos puros de asfalto.
Y es que, también aquí, acabo al final abandonando en el Fiat 500X un modo `Traction’ que incluye un mapa propio de cambio pensado casi para trialeras por las que sólo me aventuraría casi con un Jeep Wrangler. Estira tanto hasta el corte las 4 cerradísimas primeras marchas, que pareces ir con esos exagerados sobre régimenes casi con una reductora siempre puesta: mucha fuerza, poco avance. Como el modo Sport, ahí lo tienes como valor añadido si lo necesitas, pero me quedo ya, definitivamente, en su tercer modo de conducción `Auto’.
Tercer Fiat 500X: un agradable SUV
Y es ahí donde descubrirás ya un tercer Fiat 500X transformado en un agradable SUV urbano… y no tan urbano. Ése en el que con suavidad explotarás ya las virtudes de un cambio ZF que arranca siempre en 2ª marcha (la 1ª debes forzarla cual reductora) y que de inmediato enlaza 3ª, 4ª, 5ª… para rodar ya cómodamente en 9ª a sólo 90 km/h; ése en el que este Fiat 500X se adapta al terreno por el que circule, pero donde habitualmente desconectará el tren trasero para ganar eficiencia y primar siempre con una notable calidad de rodadura y un buen aislamiento de marcha a pesar de que su ya veterano motor 2.0 Multijet no es hoy ni referencia acústica, ni en consumos frente a nuevos refinados bloques 1.6 Diesel: nos ha gastado de media 6,6 l/100 km. Y ése en el que te moverás entre calles con buena visibilidad pese a sus gruesos montantes delanteros y, sobre todo, con una buena agilidad, apoyado en una dirección rápida que, eso sí, podría ganar algo más de precisión en su punto central.
Pero, a estas alturas, ¿qué hay de Fiat 500? Pues encontrarás su ambiente en grafías interiores, en múltiples opciones de personalización y en mucho rasgo de diseño que, eso sí, termina también pagándolo en habitabilidad: a pesar de sus buenos accesos, sus muchos huecos, un gran espacio para piernas y un piso trasero casi plano, la anchura y la altura trasera son bastante justas, perdiendo esta última hasta ¡11 cm! ante el Jeep Renegade. Es de nuevo el efecto Nissan Juke, única limitación real de un Fiat 500X donde, si montas rueda de repuesto, también perderás importantes litros de maletero. Bueno, y que sus avisos sonoros de aparcamiento y seguridad parecen comprados en un gran almacén. En definitiva, un muy buen coche de base que, seguro, redondeará conjunto con su más lógica versión 1.6 Multijet 120 CV 4x2: de pequeño SUV `eXtremista’ deberá pasar a `eXcelente’, también más adecuado en precio para entrar a un segmento cada día más reñido y donde también llaman ya a la puerta nuevos y atractivos Suzuki Vitara, Mazda CX-3… o, próximamente, incluso un futuro Audi Q1. Fiat va por buen camino.