Tradicionalmente Citroën se ha caracterizado por disponer de coches de generosas cotas de habitabilidad y una buena dosis de versatilidad. Hasta la llegada de este nuevo Citroën C3 Aircross, el C4 Cactus era el encargado de rivalizar en el segmento SUV pequeño, pero desde ahora se entiende que este último deberá encontrar otro lugar por encima si no quieren hacerse daño.
El nuevo Citroën C3 Aircross presenta unas formas cúbicas que recuerdan al extinto C3 Picasso, por lo que se puede definir como un SUV de aspecto monovolumen que garantiza buenas cotas de habitabilidad. Destaca su capacidad de maletero, de 425 litros de capacidad, y una generosa altura interior, características que le hacen ideal para las necesidades diarias de desplazamiento de una familia.
En cuanto a su espacio interior, y más concretamente respecto a la distancia para las piernas en las plazas posteriores, es justo decir que sólo gana un par de centímetros respecto al C3 normal, pero en cambio ofrece en los dos acabados superiores desplazamiento longitudinal de la banqueta, lo que le hace más versátil que el utilitario.
Una vez ya en marcha, no hace falta recorrer muchos kilómetros para darse cuenta que el ajuste de suspensión está orientado hacia el confort, con reacciones nobles y fácilmente predecibles. La parte negativa de esta característica es algo de falta de agilidad y una menor precisión en la trayectoria, pero también lo es que los potenciales clientes de este modelo deberían primar el confort por encima de la eficacia en zonas viradas.
Citroen C3 Aircross 1.6 BlueHDI 100 CV: consumo real
El motor que monta esta versión del Citroën C3 Aircross probada es el conocido bloque de 1.560 cm³ diesel con un nivel de potencia de 100 CV y, hasta el momento, nos tiene acostumbrados a unos niveles muy reducidos de consumo en otros modelos y a un excelente rendimiento en la zona baja-media del cuentarrevoluciones. La caja de cambios es manual de 5 velocidades, de suave manejo pero con un recorrido entre marchas mayor del deseable, algo que suele ser común en modelos del Grupo PSA.
El consumo medio real de esta versión del C3 Aircross ha sido de 5,1 l/100 km, dato reducido pero mayor que en el C3: 4,2 l/100 km. Está claro que dicho aumento se debe principalmente a sus formas y altura, que penalizan la aerodinámica y hacen que tengamos que exigir mayor carga al motor a igualdad de velocidad. Esto es algo que ya hemos comentado en anteriores ocasiones como un hándicap característico de cualquier SUV al compararlo con su “equivalente” en turismo, y hay que tener claro que la elección de este modelo hay que justificarla en términos estéticos –es cierto que tiene gran personalidad- y en una mayor capacidad de maletero.
