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Lexus RX 450h

Marcó un antes y un después. Tras su renovación, y al menos hasta la llegada de nuevos competidores —BMW, Porsche o VW, entre otros—, sigue siendo la mejor referencia para hablar de hibridación en este momento en el que las marcas despliegan su catálogo de coches totalmente eléctricos. El Lexus RX 450h estrena motor de gasolina asociado a dos unidades eléctricas que generan en global 299 CV, capaces de proporcionar refinamiento exquisito con prestaciones 'de gasolina' y consumo 'de Diesel'. Lexus ha vuelto a mejorar 'su especie'.

Lexus RX 450h
Lexus RX 450h

En menos de un año tendrá como rivales a pesos pesados como el BMW X6 ActivHybrid, el Mercedes ML 450 Hybrid o el VW Touareg Hybrid , pero, hoy por hoy, al Lexus RX 450h se le puede seguir considerando una especia única. Lexus lo ha perfeccionado hasta lo sublime no sólo a nivel técnico, sino también en cuanto a refinamiento, placer de conducción, rendimiento energético y capacidad prestacional, aspectos todos ellos en los que se aprecia una clara evolución. Aún habiendo tenido contacto directo con los otros coches antes citados, más “modernos" y potentes en algunos casos —el X6 ActiveHybrid será el primer híbrido que emplea un motor turboalimentado, con potencia global de 485 CV—, o incluso habiendo conducido ya coches totalmente eléctricos —estimados de forma masiva en el mercado en 2012—, el RX 450h nos sigue pareciendo un coche de otra galaxia.

Probamos el primer eslabón de esta cadena, el Lexus RX400H, hace poco más de tres años. Ahora nuestro Centro Técnico ha corroborado lo prometido por la marca: la optimización energética llevada a cabo ha dado su fruto de la forma esperada, logrando una reducción de consumos equivalente a la evolución experimentada. Traducido a condiciones reales, supone que el Lexus RX 450h ahora ha gastado ¡2 litros! menos que antes en nuestro tres circuitos de prueba habituales —en tráfico real pero, ya sabes, dentro de la legalidad, conducción suave…—, siendo el riguroso trazado urbano donde la propulsión híbrida ha vuelto a demostrar el potencial de ahorro de este especialísimo Lexus. En el otro extremo de utilización, esto es, exigiendo fuertes dosis de aceleración y descuidando tanto como se quiera la conducción desde el punto de vista económico, el renovado RX 450H también vuelve a resultar impresionante… O mejor dicho, más impresionante aún, porque en esas condiciones lograría, por citar un coche convencional “similar", consumir lo que un Infiniti FX 50 conducido con la máxima atención y delicadeza con el pedal derecho. Puede llegar a consumir tan poco como un Mercedes GLK 220 CDi BlueEfficiency —compara el peso, el tamaño y la potencia y comprobarás el mérito del RX450H—; ser tan rápido en los ejercicios de recuperación como un Audi Q7 4.2 V8 FSi con una centena más de caballos; o seguir el mismo ritmo —ya sea medio, alto o muy alto— de un BMW X5 3.0 D —un buen término medio por su relación prestaciones/consumo en la categoría de los SUV grandes—logrando al mismo tiempo un coste por kilómetro similar. ¿Acaso necesitamos más ejemplos que demuestren la eficiencia y frugalidad de este híbrido? Este motor de gasolina es, en buena parte, partícipe directo de tan ejemplar eficiencia. Su optimización llega con la implantación del ciclo Atkinson, la doble distribución variable para los árboles de admisión y escape, una alta tasa de recirculación de gases de escape y un modo de funcionamiento para bajas temperaturas. Su tacto resulta verdaderamente exquisito y hasta puede llega a sonar “a deportivo"… Cuando se oye, porque la intrusión del motor térmico en el habitáculo, en términos acústicos, es mínima. Los mismos motores eléctricos del RX400h se vuelven a dar cita en este RX450h. Recordemos que se trata de una unidad con 168 CV en el eje delantero y otro en el tren posterior de 68 CV, ahora gobernados por una unidad de control más pequeña, pero más eficaz. Además de una gestión más rápida e inteligente del “intercambio" de energía entre ellos, Lexus también ha trabajado profundamente en la refrigeración de toda la parte eléctrica para evitar las menores pérdidas posibles en ese vaiven de energía entre todos sus motores y el conglomerado de baterías.

Los 249 CV anunciados por el motor de gasolina se convierten en 299 CV una vez aportada la potencia eléctrica —no es la suma de los tres motores porque las curvas de rendimiento eléctrica y térmica se solapan y no se cruzan en sus máximos—, siendo la potencia eléctrica real equivalente a media centena de caballos. También hay tres nuevos modos de conducción —ECO, EV y Snow—, además de mejorar el cambio por variador continuo añadiendo seis etapas prefijadas y la posibilidad de utilizarlo en modo secuencial. Salvo en retención, es imposible encontrar una situación en la que resulte perceptiblemente ventajoso abandonar el modo totalmente automático. La distribución de energía vuelve a ser “como siempre", con la ventaja añadida de que los motores eléctricos y las baterías han aumentado su rango de funcionamiento y ofrecen mayor autonomía “sin emisiones" . Siempre que sea posible, es decir, con condiciones de temperatura exterior óptimas y baterías por encima de un tercio de su carga, el Lexus RX450H vence el momento más crítico —el arranque inicial— con el “impulso" de sus motores eléctricos, lo cual supone circular sin “vida" mecánica, sin emisiones ni ruido. A mayor demanda de aceleración irá sumando progresivamente tanto el empuje del motor de gasolina como mayor participación de la unidad eléctrica trasera. Recordemos, que éste a su vez es grupo propulsor de dicho tren, toda vez que no existe la habitual conexión mecánica entre el eje delantero y trasero como ocurre en cualquier otro coche convencional de tracción total: es el propio motor eléctrico el que mueve las ruedas posteriores. Eso sí, todas las ventajas de este sistema se difuminan al intentar considerar al RX450H un auténtico SUV y abandonar el asfalto, ya que no es un “auténtico tracción total". La distribución de potencia, energía o procesos de recarga se puede observar en la pantalla de información ubicada en el centro del salpicadero, la cual también aporta su grano de arena en cuanto a “eco-conducción" implicando al conductor en intentar sacar el mayor partido de “parte eléctrica" del Lexus. Es en ciudad, como se ha dicho, donde puedes mirar al resto del tráfico por encima del hombro, siendo capaz, en función del estado de la batería, de realizar tres o cuatro kilómetros de severo atasco en modo totalmente eléctrico hasta que el motor de gasolina vuelve a convertirse en una unidad estacionara para iniciar un nuevo ciclo de recarga. En carretera abierta el aporte del propulsor eléctrico trasero es, sin embargo, muy puntual, mientras que el térmico sólo “desaparece" a regímenes transitorios. En realidad, nada nuevo respecto a lo ya visto en el R400H, aunque muy mejorado en todas las dimensiones posibles, sobre todo en prestaciones, eficiencia y placer de conducción. El resto de mejoras también ha aportado un comportamiento dinámico más eficaz que antes, aunque en el debe hay que seguir señalando el tacto de la dirección en fases de fuete aceleración —como si las ruedas delanteras perdieran cierto apoyo sobre el asfalto—. El confort de suspensión roza ahora lo exquisito y las cotas interiores han mejorado en la misma proporción que el tamaño exterior. El producto sigue siendo costoso, pero viene refrendado por una calidad y equipamiento de nivel y, sobre todo, por un conglomerado tecnológico que también supone valor añadido entre quienes buscan un signo de distinción. — Consumos reales
— Utilización urbana
— Presentación exquisita

— Sofisticación técnica
— Uso Offroad muy limitado
— Comportamiento de la dirección en fases de aceleración

La foto híbrida