El menos apropiado para la práctica del off-road es el Ford Kuga. Al igual que ocurre en el Tiguan, las suspensiones hacen tope con facilidad, pero en este caso, al contar con unos tarados más enérgicos y, con una altura de casco menor, las sacudidas son más violentas y el sentido común invita a tomarse las cosas con bastante calma. Sus pretensiones en este sentido son muy modestas y las excursiones campestres se deben limitar a caminos que no estén excesivamente deteriorados, sobre todo si se escogen las llantas opcionales de 18" en lugar de las de 17" , ya que éstas cuentan con unos neumáticos muy poco apropiados para estos menesteres. En carretera ocurre justo lo contrario y no es necesario hacer muchas horas a los mandos del Kuga para comprobar que cuenta con el bastidor más eficaz de los tres. Hay que tener en cuenta que, si bien recibe algunas modificaciones para adaptarse a las nuevas exigencias, emplea la misma plataforma y esquema de suspensiones de los Focus y C-Max. El Kuga va además muy bien amortiguado y las suspensiones tienen un tacto bastante deportivo, sin resultar incómodas. Gracias a ello apenas se ‘acuesta’ en las curvas, es muy ágil y preciso de dirección, va muy sujeto a la carretera y transmite muy buenas sensaciones a los mandos. No cabe duda de que va absolutamente sobrado de bastidor y que un motor más potente sería recibido de buen grado en este coche. El VW Tiguan también ofrece un comportamiento muy bueno, especialmente si la amortiguación pilotada —disponible en opción— se sitúa en la posición más enérgica de las tres que se ofrecen. No es un Golf —entre otras cosas porque es bastante más pesado—, pero su herencia se deja notar —ambos comparten la misma plataforma— y también puede presumir de un comportamiento de primera. En carretera brilla a gran altura, su pisada es muy firme, los apoyos muy consistentes y todo esto se traduce en mucha seguridad a los mandos.
El Koleos, por su parte, al tener unos recorridos de suspensión considerablemente más largos y unos tarados del conjunto muelle-amortiguador más suaves, se inclina más y es menos preciso en las trayectorias. Lógicamente pierde antes la compostura pero, eso sí, cuando lo hace es siempre de forma suave, progresiva y muy controlable. Al límite tiene una clara tendencia subviradora, pero también sorprende con un suave deslizar de la zaga en los giros más veloces. Para ello, lógicamente hay que desconectar el ESP, ya que cuando está trabajando evita cualquier tipo de tendencia.
El Tiguan es algo más caro, pero hay que tener en cuenta que ofrece una calidad de realización algo superior y, dependiendo de la versión que se escoja, las cosas se pueden igualar bastante con sus oponentes. También hay que valorar en este sentido las ofertas de cada fabricante. Al margen de esto, no cabe duda de que si se pretende sacar una mínimo partido a las cualidades todo terreno, el Koleos es el más apropiado para estos menesteres, sin menoscabo de unas aptitudes dinámicas sobre el asfalto muy buenas y un manejo muy agradable. El Tiguan y, sobre todo el Kuga, son también vehículos muy satisfactorios en el día a día. Brillan a gran altura sobre el asfalto —especialmente este último— pero, como se ha comentado anteriormente, no son la mejor elección para los amantes a las excursiones campestres, en las que el Renault les supera claramente. Lo que sí está claro es que los tres son vehículos muy satisfactorios que reportarán muchas alegrías a los que consigan seducir.
El menos apropiado para la práctica del off-road es el Ford Kuga. Al igual que ocurre en el Tiguan, las suspensiones hacen tope con facilidad, pero en este caso, al contar con unos tarados más enérgicos y, con una altura de casco menor, las sacudidas son más violentas y el sentido común invita a tomarse las cosas con bastante calma. Sus pretensiones en este sentido son muy modestas y las excursiones campestres se deben limitar a caminos que no estén excesivamente deteriorados, sobre todo si se escogen las llantas opcionales de 18" en lugar de las de 17" , ya que éstas cuentan con unos neumáticos muy poco apropiados para estos menesteres. En carretera ocurre justo lo contrario y no es necesario hacer muchas horas a los mandos del Kuga para comprobar que cuenta con el bastidor más eficaz de los tres. Hay que tener en cuenta que, si bien recibe algunas modificaciones para adaptarse a las nuevas exigencias, emplea la misma plataforma y esquema de suspensiones de los Focus y C-Max. El Kuga va además muy bien amortiguado y las suspensiones tienen un tacto bastante deportivo, sin resultar incómodas. Gracias a ello apenas se ‘acuesta’ en las curvas, es muy ágil y preciso de dirección, va muy sujeto a la carretera y transmite muy buenas sensaciones a los mandos. No cabe duda de que va absolutamente sobrado de bastidor y que un motor más potente sería recibido de buen grado en este coche. El VW Tiguan también ofrece un comportamiento muy bueno, especialmente si la amortiguación pilotada —disponible en opción— se sitúa en la posición más enérgica de las tres que se ofrecen. No es un Golf —entre otras cosas porque es bastante más pesado—, pero su herencia se deja notar —ambos comparten la misma plataforma— y también puede presumir de un comportamiento de primera. En carretera brilla a gran altura, su pisada es muy firme, los apoyos muy consistentes y todo esto se traduce en mucha seguridad a los mandos.
El Koleos, por su parte, al tener unos recorridos de suspensión considerablemente más largos y unos tarados del conjunto muelle-amortiguador más suaves, se inclina más y es menos preciso en las trayectorias. Lógicamente pierde antes la compostura pero, eso sí, cuando lo hace es siempre de forma suave, progresiva y muy controlable. Al límite tiene una clara tendencia subviradora, pero también sorprende con un suave deslizar de la zaga en los giros más veloces. Para ello, lógicamente hay que desconectar el ESP, ya que cuando está trabajando evita cualquier tipo de tendencia.
El Tiguan es algo más caro, pero hay que tener en cuenta que ofrece una calidad de realización algo superior y, dependiendo de la versión que se escoja, las cosas se pueden igualar bastante con sus oponentes. También hay que valorar en este sentido las ofertas de cada fabricante. Al margen de esto, no cabe duda de que si se pretende sacar una mínimo partido a las cualidades todo terreno, el Koleos es el más apropiado para estos menesteres, sin menoscabo de unas aptitudes dinámicas sobre el asfalto muy buenas y un manejo muy agradable. El Tiguan y, sobre todo el Kuga, son también vehículos muy satisfactorios en el día a día. Brillan a gran altura sobre el asfalto —especialmente este último— pero, como se ha comentado anteriormente, no son la mejor elección para los amantes a las excursiones campestres, en las que el Renault les supera claramente. Lo que sí está claro es que los tres son vehículos muy satisfactorios que reportarán muchas alegrías a los que consigan seducir.
El menos apropiado para la práctica del off-road es el Ford Kuga. Al igual que ocurre en el Tiguan, las suspensiones hacen tope con facilidad, pero en este caso, al contar con unos tarados más enérgicos y, con una altura de casco menor, las sacudidas son más violentas y el sentido común invita a tomarse las cosas con bastante calma. Sus pretensiones en este sentido son muy modestas y las excursiones campestres se deben limitar a caminos que no estén excesivamente deteriorados, sobre todo si se escogen las llantas opcionales de 18" en lugar de las de 17" , ya que éstas cuentan con unos neumáticos muy poco apropiados para estos menesteres. En carretera ocurre justo lo contrario y no es necesario hacer muchas horas a los mandos del Kuga para comprobar que cuenta con el bastidor más eficaz de los tres. Hay que tener en cuenta que, si bien recibe algunas modificaciones para adaptarse a las nuevas exigencias, emplea la misma plataforma y esquema de suspensiones de los Focus y C-Max. El Kuga va además muy bien amortiguado y las suspensiones tienen un tacto bastante deportivo, sin resultar incómodas. Gracias a ello apenas se ‘acuesta’ en las curvas, es muy ágil y preciso de dirección, va muy sujeto a la carretera y transmite muy buenas sensaciones a los mandos. No cabe duda de que va absolutamente sobrado de bastidor y que un motor más potente sería recibido de buen grado en este coche. El VW Tiguan también ofrece un comportamiento muy bueno, especialmente si la amortiguación pilotada —disponible en opción— se sitúa en la posición más enérgica de las tres que se ofrecen. No es un Golf —entre otras cosas porque es bastante más pesado—, pero su herencia se deja notar —ambos comparten la misma plataforma— y también puede presumir de un comportamiento de primera. En carretera brilla a gran altura, su pisada es muy firme, los apoyos muy consistentes y todo esto se traduce en mucha seguridad a los mandos.
El Koleos, por su parte, al tener unos recorridos de suspensión considerablemente más largos y unos tarados del conjunto muelle-amortiguador más suaves, se inclina más y es menos preciso en las trayectorias. Lógicamente pierde antes la compostura pero, eso sí, cuando lo hace es siempre de forma suave, progresiva y muy controlable. Al límite tiene una clara tendencia subviradora, pero también sorprende con un suave deslizar de la zaga en los giros más veloces. Para ello, lógicamente hay que desconectar el ESP, ya que cuando está trabajando evita cualquier tipo de tendencia.
El Tiguan es algo más caro, pero hay que tener en cuenta que ofrece una calidad de realización algo superior y, dependiendo de la versión que se escoja, las cosas se pueden igualar bastante con sus oponentes. También hay que valorar en este sentido las ofertas de cada fabricante. Al margen de esto, no cabe duda de que si se pretende sacar una mínimo partido a las cualidades todo terreno, el Koleos es el más apropiado para estos menesteres, sin menoscabo de unas aptitudes dinámicas sobre el asfalto muy buenas y un manejo muy agradable. El Tiguan y, sobre todo el Kuga, son también vehículos muy satisfactorios en el día a día. Brillan a gran altura sobre el asfalto —especialmente este último— pero, como se ha comentado anteriormente, no son la mejor elección para los amantes a las excursiones campestres, en las que el Renault les supera claramente. Lo que sí está claro es que los tres son vehículos muy satisfactorios que reportarán muchas alegrías a los que consigan seducir.
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