No hay duda que tanto BMW como Land Rover tienen madera de líder. Por personalidad, única y siempre necesaria para brillar entre el grupo. Y por seguimiento popular. Donde abrir las puertas, por cierto con largo faldón para cubrir el marco inferior y no manchar los pantalones con la carrocería al subir, te lleva en uno a la simplicidad y la durabilidad bien concebida, con alfombrillas de goma de fácil lavado o plásticos rígidos muy consistentes que no empañan una atmósfera agradable (Land Rover Freelander), en otro te transporta a un ambiente selecto, mejorado hoy con materiales acolchados y de fina percepción, más tecnológico, tan deportivo al tacto como siempre y donde su moqueta o las cámaras de visión externa aconsejan no ensuciar más de la cuenta (BMW X3). Del vaquero al esmoquin. De la aventura al circuito... sin renunciar con ninguno a un todo camino completo pero con especialidad propia.
Comienza el duelo y, si abrir las puertas de BMW X3 y Land Rover Freelander muestra distinta personalidad, igual sucede al volante... con cada cual llevando el envite a su terreno. Donde el Freelander exhibe de serie el eficaz sistema Terrain Response (programas adaptables a todo tipo de superficies off road), elX3 apuesta por el estreno del opcional control dinámico DDC (1.273 €) para ajustar suspensión, dirección o motor en modos Normal, Sport o Sport . Declaración ya de intenciones: ¿Tierra o asfalto?
En seguridad, tablas entre BMW X3 y Land Rover Freelander. Ya en 2006, este último se convirtió en el primer modelo de su categoría en disponer de 5 estrellas EuroNCAP, y hoy ambos confirman su gran disposición. Buenos chasis, grandes frenadas para modelos de su tamaño y peso (con ventaja para un inmediato X3), efectivos sistemas de tracción integral para rodar por superficies de baja adherencia y magníficos equipamientos de serie (aquí Land Rover impone airbag de rodilla) coronan dos sofisticados y modernos productos.
Es ahí cuando el BMW X3 se transforma en deportivo. Muy directo de dirección (por cierto nueva electromecánica más dulce de guiado) y explosivamente ágil, el BMW esconde entonces altura y peso (que los tiene) como la mejor berlina. Justo lo que no consigue Land Rover. Su Freelander es más alto (
Conclusión, aun con reacciones siempre seguras y progresivas, el bastidor del Land Rover Freelander tarda más en recuperarse, aminorando la confianza al volante. Lo contrario del BMW X3... y de lo que sucede fuera de asfalto. Allí, la mayor flexibilidad de suspensión del Land Rover (sobre todo en su eje trasero frente al X3) junto a sus mejores cotas TT (32 y 35 grados en ángulos de ataque y salida ante 25 y 23 en BMW) le habilitan como el tipo duro del segmento: imbatible. A ninguno eso sí le falta altura libre y motricidad para adentrarse en caminos: el Freelander con tracción total por Haldex de reparto inicial 70/30 entre ejes y el X3 con xDrive con diferencial central de discos y reparto 40/60, aunque ambos pudiendo llegar a pasar hasta el 100% de fuerza a un eje. ¿Alguien da más?
BMW X3
- Comportamiento
- Consumo y prestaciones
- Calidad de realización
Land Rover Freelander
- Aptitudes camperas
- Poderío mecánico
- Habitabilidad trasera
BMW X3
- Cambio poco refinado
- Aspereza mecánica
- Precio/equipamiento
Land Rover Freelander
- Consumo y autonomía
- Menor agilidad
- Maletero escaso
— Motores e interiores
No hay duda que tanto BMW como Land Rover tienen madera de líder. Por personalidad, única y siempre necesaria para brillar entre el grupo. Y por seguimiento popular. Donde abrir las puertas, por cierto con largo faldón para cubrir el marco inferior y no manchar los pantalones con la carrocería al subir, te lleva en uno a la simplicidad y la durabilidad bien concebida, con alfombrillas de goma de fácil lavado o plásticos rígidos muy consistentes que no empañan una atmósfera agradable (Land Rover Freelander), en otro te transporta a un ambiente selecto, mejorado hoy con materiales acolchados y de fina percepción, más tecnológico, tan deportivo al tacto como siempre y donde su moqueta o las cámaras de visión externa aconsejan no ensuciar más de la cuenta (BMW X3). Del vaquero al esmoquin. De la aventura al circuito... sin renunciar con ninguno a un todo camino completo pero con especialidad propia.
Comienza el duelo y, si abrir las puertas de BMW X3 y Land Rover Freelander muestra distinta personalidad, igual sucede al volante... con cada cual llevando el envite a su terreno. Donde el Freelander exhibe de serie el eficaz sistema Terrain Response (programas adaptables a todo tipo de superficies off road), elX3 apuesta por el estreno del opcional control dinámico DDC (1.273 €) para ajustar suspensión, dirección o motor en modos Normal, Sport o Sport . Declaración ya de intenciones: ¿Tierra o asfalto?
En seguridad, tablas entre BMW X3 y Land Rover Freelander. Ya en 2006, este último se convirtió en el primer modelo de su categoría en disponer de 5 estrellas EuroNCAP, y hoy ambos confirman su gran disposición. Buenos chasis, grandes frenadas para modelos de su tamaño y peso (con ventaja para un inmediato X3), efectivos sistemas de tracción integral para rodar por superficies de baja adherencia y magníficos equipamientos de serie (aquí Land Rover impone airbag de rodilla) coronan dos sofisticados y modernos productos.
Es ahí cuando el BMW X3 se transforma en deportivo. Muy directo de dirección (por cierto nueva electromecánica más dulce de guiado) y explosivamente ágil, el BMW esconde entonces altura y peso (que los tiene) como la mejor berlina. Justo lo que no consigue Land Rover. Su Freelander es más alto (
Conclusión, aun con reacciones siempre seguras y progresivas, el bastidor del Land Rover Freelander tarda más en recuperarse, aminorando la confianza al volante. Lo contrario del BMW X3... y de lo que sucede fuera de asfalto. Allí, la mayor flexibilidad de suspensión del Land Rover (sobre todo en su eje trasero frente al X3) junto a sus mejores cotas TT (32 y 35 grados en ángulos de ataque y salida ante 25 y 23 en BMW) le habilitan como el tipo duro del segmento: imbatible. A ninguno eso sí le falta altura libre y motricidad para adentrarse en caminos: el Freelander con tracción total por Haldex de reparto inicial 70/30 entre ejes y el X3 con xDrive con diferencial central de discos y reparto 40/60, aunque ambos pudiendo llegar a pasar hasta el 100% de fuerza a un eje. ¿Alguien da más?
BMW X3
- Comportamiento
- Consumo y prestaciones
- Calidad de realización
Land Rover Freelander
- Aptitudes camperas
- Poderío mecánico
- Habitabilidad trasera
BMW X3
- Cambio poco refinado
- Aspereza mecánica
- Precio/equipamiento
Land Rover Freelander
- Consumo y autonomía
- Menor agilidad
- Maletero escaso
— Motores e interiores