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Accesorios de utilidad (I)

La conducción de un todo-terreno tiene la doble faceta de actividad de ocio y de necesidad de transporte, lo que le convierte en un vehículo peculiar cuyo manejo difiere en cada caso. Te damos unas pequeñas recomendaciones para que disfrutes de él tanto en campo como en carretera.

Preparación del TT (I)
Preparación del TT (I)

Normalmente los vehículos todo-terreno presentan aptitudes suficientes para afrontar bastantes situaciones complejas con facilidad. Muchas veces, las cosas se ponen difíciles y, otras, nos las complicamos nosotros con la intención de hacer más divertida la situación. Para este tipo de ocasiones hay una serie de accesorios que facilitan y casi garantizan el regreso a casa de forma eficaz.Uno de estos elementos que resultan imprescindibles es el gato. Normalmente, el que viene suministrado con el coche, aunque suele ser hidráulico, no levanta lo suficiente para salir de situaciones comprometidas y su funcionamiento suele ser bastante lento. Puede ser recomendable la utilización de un gato de mayor longitud, o bien el denominado Hi-lift, que permite subir hasta casi un metro la carrocería del coche de forma muy rápida.Su inconveniente es que resulta fácil arañar la carrocería del coche. Otro tipo de gato que permite su colocación en cualquier punto son los gatos neumáticos, que se inflan con los gases procedentes del tubo de escape. Su inconveniente es que resultan algo lentos y su precio es elevado. La eslinga es un elemento imprescindible para salir por el campo. Permitirá que otro vehículo pueda tirar del nuestro en caso de que se nos haya quedado atascado. Es importante que tenga suficiente longitud y resistencia para aguantar un fuerte tirón, por lo que aseguraremos que, al menos, aguante el doble del peso de nuestro vehículo. Para anclarla al coche procuraremos hacerlo en los puntos previstos al efecto, bien en la parte delantera, bien en la trasera. Lo mejor es hacerlo mediante mosquetones con tornillo pasante sin apretarlos del todo, pues tras el tirón pueden quedar firmemente apretados y complicar su desmontaje. Habrá que prestar atención a los elementos cortantes para que no dañen la eslinga cuando alcance tensión.

El winch o cabrestante es un accesorio interesante para quienes gustan de practicar el todo terreno con asiduidad, pues suele permitir solucionar problemas incluso yendo solo. Hay que manejarlo con mucha precaución, pues la tensión que alcanza el cable puede provocar su rotura, con el consecuente peligro. Por ello, los cables deben estar siempre en buen estado, sin partes dañadas y sin hilos cortados. Conviene sustituirlos cada dos o tres años, en función de su utilización.

Un complemento muy útil al winch es la poleaz, que permite desmultiplicar el esfuerzo. De esta manera, tendremos mayor capacidad de arrastre, aunque también una menor velocidad. En el momento de su utilización es conveniente cubrir los cables con un trapo o una toalla para evitar un latigazo en caso de que se produjera una rotura.

Durante su utilización procuraremos mantener el motor en marcha, a un régimen medio, pues el consumo de estos aparatos es muy elevado. El vehículo remolcado procurará ayudarse del motor térmico para no sobrecargar el esfuerzo del winch. Siempre nos aseguraremos de que el punto de anclaje es suficientemente firme. En caso de tener que amarrar el dispositivo a un árbol, procuraremos hacerlo previamente mediante eslinga, protegiendo el tronco con ropa o trapos y asegurándonos de que tiene suficiente robustez.